10 razones por las que Pequeñas grandes mentes es nuestra serie educativa favorita
Probablemente te sientes un poco culpable cuando llegas a casa después de trabajar y les dejas a los peques un ratito de tele con tal de gozar unos minutos de tranquilidad, así que hoy te traigo una serie educativa que hará no solo que te sientas un poco menos culpable por hacer uso de las pantallas, sino que os permitirá disfrutar y aprender en familia.
Se trata de Pequeñas grandes mentes (Brainchild), una serie documental de Netflix, producida por el cantante Pharrell Williams, que nos ayuda a acercar la ciencia a los más peques de la casa.
Por el momento, la serie consta de una única temporada con un total de trece capítulos donde nos explica de una forma sencilla y divertida aspectos relacionados con la ciencia.
Cada capítulo dura unos 20 minutos y su presentadora, Sahana Srinivasan, es uno de los ingredientes que hacen de Pequeñas grandes mentes una apuesta excelente para el entretenimiento no solo de los peques y adolescentes de la casa, sino también de los mayores.
A nosotras nos ha conquistado por varias razones:
1. La narrativa.
El estilo en el que está desarrollada es fresco y dinámico. Cuando escuchamos hablar de ciencia solemos pensar en palabras muy técnicas y explicaciones difíciles de entender, pero esta serie consigue que cuestiones que a algunos pueden parecer aburridas, (como por ejemplo los gérmenes presentes en los platos sucios) se conviertan en lo más interesante del mundo.
2. La estructura.
Si algo no es Pequeñas grandes mentes es una serie lineal o plana. La estructura es tan amena que incluye pruebas reales con gente de la calle, experimentos, cámaras ocultas, incluso juegos que el espectador realiza mientras suceden en el capítulo.
3. Las curiosidades.
Si hay algo en este mundo que a mi hija le guste son las curiosidades, y en Brainchild nos cuentan muchas y muy interesantes. Es decir, no solo nos explican la base científica, sino que nos resuelven algunas dudas que nos suelen dejar confundidos y sin respuesta, por ejemplo: ¿Hay más arena en la Tierra o estrellas en el Universo?
4. La ciencia adaptada a la vida.
El primer capítulo trata sobre las redes sociales. ¿Pero no era un programa científico? Y lo es, porque nos enseña que la ciencia está presente en todo. Por ejemplo, uno de los experimentos consiste en mostrar a una serie de personas dos fotografías de una red social y pedirles que elijan la que más les gusta. Una de ellas poseía muchos «Me gusta» y la otra muy pocos. La mayoría de la gente se decantó por un adorable gatito, que casualmente es la foto que más likes tenía, pero… ¿adivináis qué es lo que pasó cuando intercambiaron el número de likes y las imágenes?
5. La comedia.
El humor está presente durante los 20 minutos que dura cada entrega, así que no solo aprendes cosas interesantes sino que además te ríes. De hecho, en uno de los capítulos también se descubren cuestiones sobre la risa y, lo que me lleva al siguiente punto…
6. Las emociones.
El ser humano es ciencia y las emociones también lo son. ¿Nos controlan ellas a nosotros o es al revés? En una sección, se realiza un experimento con el asco: ¿Comería la gente unas sabrosas natillas de chocolate si el plato es un pañal? Si ves la serie podrás descubrir las reacciones de este experimento y otros muchos como por ejemplo las claves para dominar la motivación, incluso el origen de los pensamientos.
7. Las herramientas.
Una de las mejores cosas para mí son las herramientas que se ofrecen. Empuja a los niños y niñas a pensar por sí mismos, y aprenden muchísimas cosas importantes casi sin darse cuenta. Incluso en casos de niños o niñas a los que les cueste concentrarse, porque como os comentaba, la estructura es muy amena y fresca. Por ejemplo, hay un capítulo dedicado a la creatividad y se descifran algunos secretos para ser mas creativo o como gestionar cuando tenemos un bloqueo.
Me encanta porque incita a los pequeños y pequeñas espectadoras a buscar más información sobre los temas que se tratan. Por ejemplo, nosotras hemos investigado más sobre el espacio y las fuerzas invisibles.
8. La estética.
La estética de la serie es muy bonita. La fotografía está cuidada y a veces le dan un rollo futurista muy chulo, además de abusar bastante del croma, algo que en esta ocasión no es negativo, los escenarios suelen ser lugares cotidianos para los niños y niñas (comienza en un instituto, por ejemplo)
9. La diversidad.
No verás únicamente gente que encaje en los típicos cánones de belleza. La diversidad se hace naturalmente presente y es algo que me agrada bastante, además, el peso de los episodios los llevan dos mujeres: la presentadora, y Alie Ward, que hace pequeñas apariciones a lo largo de los capítulos para explicar los detalles más estrictamente científicos.
10. Para todos los públicos.
La serie está recomendada a partir de siete años, pero realmente puede verse desde menos edad si a algún peque le gusta. No trata temas polémicos ni escabrosos, y si algo no entienden, nos da pie a que los mayores se lo expliquemos o nos anime a buscar información juntos y seguir pasando un rato en familia.
Estamos deseando que haya una segunda temporada.
¿Habéis visto algún capítulo? ¿Que es lo que más os ha gustado a vosotrxs?
-2 Comentario-
Nosotras la estamos descubriendo ahora, y nos está encantando!
Ojala hubiera más programas como éste!
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